Un grupo de científicos ha descubierto como alterar el magnetismo de un bit, consiguiendo así un disco duro 100 veces más rápido que los existentes en el mercado a día de hoy. Esto se traduce en que la escritura en disco aumentará proporcionalmente.
Este avance se ha conseguido gracias a una nueva tecnología llamada HAMR (heat-assisted magnetic recording) que consiste en alterar polaridades de los protones, y gracias a un laser flash mucho más veloz, pero no es oro todo lo que reluce. Esta nueva tecnología tiene algunos inconvenientes, uno de ellos es que el área necesitada para escribir es de unas 5 micras de ancho, que viene a ser 10 veces más ancho que los discos actuales.
Esto conlleva que los discos duros no podrán almacenar tanta información, y lo que es peor, tan solo afectaría a la velocidad de escritura ya que tan solo la escritura en disco se vería afectada por este incremento de velocidad, mientras que la lectura de datos no cambiaria.