viernes, 13 de julio de 2007

Apple Radio Remote para iPod

Si los iPod de Apple dominan el mercado mundial de reproductores musicales portátiles, es por su diseño, su sencillez de manejo y su grado de integración entre dispositivo, software y tienda online, pero no por la amplitud de sus funcionalidades. Una de las carencias más flagrantes de los iPod es la recepción de radio. Con el accesorio Radio Remote, Apple trata de solventarla y de matar dos pájaros de un tiro, al incorporar también un mando a distancia. La idea es buena, pero la ejecución es manifiestamente mejorable. El Apple Radio Remote es un accesorio para iPod, compatible con todos los modelos de última generación salvo el Shuffle, que combina un receptor de radio en FM con un mando a distancia básico para el reproductor. Cuesta 55 y adopta la forma de un cable, que se conecta al conector 'dock' de la parte inferior del iPod, y en cuyo otro extremo hay una pastilla blanca, de aspecto y tamaño prácticamente idénticos a los del iPod Shuffle, pero en color blanco.

Esta pastilla, provista de una pinza para sujetarla a la solapa o a la correa del bolso, maletín o mochila, contiene un mando circular de cuatro posiciones más un botón central de control, y una toma minijack para auriculares, que replica la del propio reproductor. (De este modo, por cierto, se pueden conectar dos auriculares a un mismo iPod: unos en la toma estándar y otros en el Radio Remote). Los mandos permiten iniciar y detener la audición, subir/bajar el volumen y avanzar/retroceder, ya sea paso a paso o por canciones. En el lado superior hay un conmutador que bloquea los mandos, evitando el accionamiento accidental de los mismos.

El paquete del Radio Remote incluye también un segundo juego de auriculares de botón, idénticos a los originales del iPod salvo porque el cable es más corto: se trata de reducir la longitud total, que es la suma del cable de los auriculares más el de conexión del propio accesorio.

Cuando se conecta el Radio Remote al iPod, sin necesidad de ninguna otra operación, aparece en el menú normal una opción nueva denominada 'Radio'. Al seleccionarla, la pantalla del iPod se transforma en un elegante dial de sintonía de radio FM, que muestra en grandes cifras la frecuencia sintonizada, así como la información RDS emitida por la emisora, en su caso, y también un dial 'analógico' de sintonía, que se maneja con los mandos del propio iPod. Para presintonizar las emisoras, basta con mantener pulsado el botón central. Los mandos de avance/retroceso, tanto del iPod como del Radio Remote, permiten saltar de una presintonía a otra, o bien recorrer manualmente el dial hasta encontrar la frecuencia buscada.

Hasta aquí, el Radio Remote es una solución muy práctica, porque añade al iPod la posibilidad de escuchar la radio, y evita tener que sacarlo del bolsillo o la mochila para subir o bajar el volumen, o cambiar de canción o emisora. No obstante, el uso continuado del Radio Remote revela algunas deficiencias notorias.

La más flagrante es la imposibilidad de seleccionar la fuente desde el propio Radio Remote. Si estamos oyendo música en MP3 y deseamos escuchar la radio, o a la inversa, hay que sacar el iPod de su escondrijo y utilizar el menú del aparato. Por otra parte, el conmutador de bloqueo del Radio Remote hace únicamente eso, bloquear los mandos del accesorio, pero no los del propio iPod, de modo que hay que recordar bloquearlos por separado antes de guardarlo en el bolsillo. Del mismo modo, el conmutador de bloqueo del iPod no bloquea los mandos del Radio Remote, lo que introduce cierta confusión.

La toma de auriculares del Radio Remote tampoco reproduce el comportamiento de la incorporada en el iPod, que activa automáticamente la pausa del reproductor cuando se desconectan los auriculares. Así, si olvidamos poner el iPod manualmente en pausa al desenchufar los auriculares del Radio Remote, el aparato seguirá reproduciendo, de modo que perderemos el punto donde estábamos, y lo peor, seguirá consumiendo batería.

En cuanto a la recepción de FM, el Radio Remote tampoco es precisamente una maravilla: si bien la selectividad (capacidad para distinguir una emisora de otra sin interferencias) es muy buena, no así la sensibilidad, de modo que para disfrutar de una buena recepción es imprescindible disponer de una intensidad de señal bastante elevada; de lo contrario, como suele ocurrir en zonas no urbanas, la audición se ve afectada por bastante ruido de fondo. Por último, la diafonía (separación entre los canales izquierdo y derecho de la audición estereofónica) es bastante pobre. Los citados defectos son moneda común en los receptores de radio que incorporan la mayoría de los reproductores MP3, pero tal vez esperábamos algo más de Apple.

En definitiva, el Apple Radio Remote es una posibilidad para disponer de radio en los iPod mientras el fabricante no se anime a incorporar esta función en futuros modelos. El mando permite manejar a distancia las funciones básicas del iPod sin tenerlo a mano, aunque la gran longitud de cable hace que sea más cómodo llevarlo en un bolso o maletín que en el bolsillo. Sin embargo, los detalles de uso indicados hacen que este accesorio no sea tan óptimo como podría haberlo sido. Eso sí, las alternativas de terceros, que implican el uso de adaptadores Bluetooth o de radiofrecuencia para la comunicación entre el iPod, los auriculares y el mando a distancia, son bastante más caras. Y es que no se puede tener todo.